Resulta cuanto menos curioso, el revestimiento y la entidad que determinados medios, le otorgan a las deposiciones en forma de artículos de algunos ísimos presidentes, secretarios, decanos y otro sin fin de lo que hoy en día se denomina, cercanos al poder. Tal que así, en el espectro social-institucional de nuestro desarrollo diario, nos encontramos un amplio catálogo de medios afinados y tribunas afinables, trabajando como el más ajustado instrumento filarmónico al servicio del poder.
El binomio interesado prensa-poder, en nuestros días pasea sus vergüenzas al aire sin el más mínimo pudor. Conocido es por todos, el mecanismo de financiación por el cual, esos que se autodenominan medios de comunicación de nuestra querida tierra, reciben jugosos emolumentos a cambio de la famosa publicidad institucional, y no menos conocido es el modo de actuar de los gabinetes de comunicación de los mencionados ísimos instando a los medios a agradecer los servicios prestados a modo de entrevista del ísimo o publicación de alguna deposición interesada.
Ejemplo de ello en los últimos días es el caso el del presidente del Consejo consultivo de Andalucía, Cano Bueso, ísimo señor nombrado directamente por la mano de la presidenta de la Junta de Andalucía, en un claro ejercicio de digitalización de cargos. Ni que decir tiene que el precitado ísimo lleva relacionado con la actividad política del PSOE de Andalucía la totalidad de su carrera profesional, sobreviviendo en su designación, gracias una vez más a la correspondencia de favores debidos por los prestados.
En un claro ejemplo de ejecución de tareas encomendadas, por parte del binomio antes mencionado, tenemos la entrevista publicada por el tabloide Granada Hoy el pasado Lunes, en la que el mencionado ísimo no ceja en su persistente apoyo a la configuración actual del Estado, en concreto a la Administración que le alicata con la dádiva más preciada con esa presidencia del ente menos trasparente de los que albergan la cosa pública autonómica. Tal que así, el ísimo Cano Bueso, expresa abiertamente y solicita sin el más mínimo pudor, más dinero para la gestión de Andalucía, esta vez con la escusa de los movimientos migratorios desde África.
En su ejercicio de eterno agradecimiento al dadivador, no duda en enmarcar España como un estado plural con la clara excepción de Andalucía, en sus propias palabras “Andalucía tiene una personalidad histórica, cultural, idiosincrática, perfectamente definida, hasta el punto que los andaluces se sienten diferentes”. Una vez más de cara a la galería al más puro estilo, independentista catalán, el carácter interesado de sus declaraciones le hacen cómplice del agravio que llevan sufriendo desde hace ya casi cuarenta años los territorios del antiguo Reino de Granada.
Lamentablemente, este es el nivel de la alcurnia política de nuestro entorno, personajes funestos, que crecen a la sombra del poder, inmejorablemente pagados y a los que no les importan las inquietudes ni la vida del ciudadano de a pie, ¿cómo hemos llegado a esto? ¿hasta cuándo?
Pablo Fernández Baca
Granadino