Las medias verdades nunca fueron buenas porque se muestran con el disfraz de la mentira.
Esto ocurre con algunas de las informaciones que,
desde distintas administraciones públicas, nos llegan a través de los medios de comunicación y no acaban de esclarecer por completo la gestión que realizan; Diputación y Ayuntamiento, en este caso.
Los bomberos son una parte del funcionariado que más simpatía y confianza incita a la ciudadanía y la que mejor valorada está. Este invierno, con motivo del accidente ocurrido en la estación de esquí de Sierra Nevada, en la urbanización de Pradollano, en el Hotel Lodge, ha quedado en evidencia el riesgo que supone no tener los retenes necesarios con los medios adecuados en lugares estratégicos de la provincia. Se exige un punto de bomberos para poblaciones de 20.000 habitantes por lo que algunos municipios quedan desprovistos de este servicio. El Consorcio entre Diputación y municipios intenta cubrir esta falta, de manera que ante una urgencia se desplaza la unidad más cercana. Todo bien si no se tiene en cuenta que el tiempo invertido puede ser crucial para el éxito de la operación. Tampoco se nos dice que ante un servicio de este tipo y el correspondiente abono del mismo por el ayuntamiento afectado, esta retribución va a una caja única de la que se dispone para diversos asuntos, como, por ejemplo, costear el centro de reciclaje con un millón de euros, por lo que no se reinvierte en mejoras para los mismos bomberos. Patrón similar sigue la Alhambra con su recaudación, que aunque invierte en mejoras de la misma, observamos su apoyo mínimo en el resto del patrimonio de Granada, digamos Albaicín, sin que necesariamente haya de pasar a pertenecer a su patronato. Huelga decir que en plena temporada de la estación de esquí, con una alta afluencia de turismo, tanto CETURSA como ayuntamiento de Monachil y Diputación han de tener prevista cualquier incidencia similar a la ocurrida en Sierra Nevada. Sin embargo, cada parte exime su responsabilidad y pasan los años sin buscar una solución común en bien de la estación y de sus usuarios.
El cuerpo de bomberos, inexcusablemente, ha de estar dotado con todas las garantías necesarias para el mejor resultado en el trabajo de alto riesgo que realiza. Llevan tiempo, demasiado, sin cubrirse las vacantes, lo que ocasiona que el personal esté saturado de horas extraordinarias y afectado por el cansancio acumulado. En el Parque Sur, de una plantilla de 210 bomberos solo hay 180 en activo, y no todos los días están cubiertos al cien por cien los puestos de trabajo. Teniendo en cuenta la grave situación de paro, lo más acertado sería dar una oportunidad de trabajo a tantos que la esperan.
Diputación informa que se crearán 52 nuevos puestos de trabajo para cubrir plazas de bomberos, pero la media verdad queda despejada cuando sabemos que 48 plazas ya están cubiertas por interinidad y que solo 4 son de nueva creación. Un número muy escaso para la falta de personal que adolecen.
Una sinrazón más en las administraciones públicas que manejan nuestro dinero es cuando se les suministra vehículos de forma tan arbitraria que, al no tener en cuenta el pliego de condiciones y necesidades que presentan los responsables de los bomberos, han de ser devueltos por no cubrir las características indispensables que se precisan para cada tarea en concreto. Otros, han de ser reformados en repetidas ocasiones para intentar adaptarlos. Pensamos que, antes de comprar, siempre será mejor preguntar a los propios interesados.
Ahora, la Concejalía de Movilidad dice que se adjudicarán 346.000 euros para la segunda reforma del Parque Sur de Bomberos. Esperamos que esta vez se acabe satisfactoriamente y se adecue a las reales necesidades que se precisan ya que en la primera actuación todo el presupuesto se fue en taquillas y un forjado.
Este parque es muy pequeño por lo que las prácticas diarias que realizan las han de efectuar fuera del mismo con el consiguiente riesgo de atropello en una calle para la que, insistentemente, han solicitado su cambio de dirección al tráfico. Nosotros, pediríamos que lo anulen, ya que la prioridad de este servicio ha de prevalecer. Pero no basta con que su vida profesional sea ya complicada, sino que se riza el rizo proyectando colocar las paradas de autobuses metropolitanos enfrente justo de las cocheras de este parque. No deseamos que ocurra ningún incidente, por lo que más valdría prevenir, ya que solo la imagen de una hilera de autobuses y gente transitando descuidadamente por cogerlos, coincidiendo con la salida apresurada de grandes camiones de bomberos, pues un minuto puede salvar vidas, asusta.
MásGranada no concibe una gestión municipal, ni de ninguna administración pública, de espaldas a la ciudadanía, a sus funcionarios y a la ciudad de Granada en su totalidad.